Más que pisar fuerte lo que queríamos era pisar bien, paso a paso sin desviarnos de la estrategia de imagen que debíamos darle a la nueva clínica de podología local. Con la creación de su nombre MASPIES, evidente y corto, no sólo estábamos centrando la atención en el servicio, también nos permitía jugar con sus letras para el desarrollo creativo de la marca: mimetizada entre la letra S y la P conseguimos calzar ingeniosamente la huella de un pie… Una de esas cosas extraordinarias que no pasan a menudo y que al público le entusiasman. Con esa ventura, desarrollamos su propio ecosistema corporativo con una imagen inteligente y minimalista que transmite los valores de una profesión con los pies en la tierra.